viernes, 24 de julio de 2009

Caminando temprano a la playa Mandraki

Seguí nuevamente el consejo de la guía (no tenía opción), y fuí a comer a la taberna de Gitoniko. Tiene una linda terraza y se ve el atardecer en la gran roca de Hidra. Comí unos zuchinis a la plancha con un pastel de espinacas, vino de la casa por 13 euros. Vengo evitando un plato llamado lobster (langosta)! La única razón es que vale 90 euros! Por la mañana me levanté y me fuí caminando hasta la playa Mandraki. Nadé bastante entre lujosos yates, algunos con tripulación, mujeres en topless, grandes desayunos a bordo...Me acordé como termina el poema Itaca y fuí a comer un par de duraznos gigantes que tenía en mi mochila.

A la tarde me fuí hasta la cima de Hidra. Allí hay un monasterio. Me recibió un monje que abrió el templo sólo para mi.

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